Este espacio intenta ser un pasadizo que da luz a las pequeñas piezas interiores que conforman quien soy.

jueves, 12 de agosto de 2010

Ya acabará la noche

Ráfagas de olvido calmarán mi agitación.
Ese tinte que cae sobre letras que ya han sido dictadas, olvidarán el nombre de tierras entumecidas.
El inquietante susurro de noches sin luna imprime riberas enteras cubiertas de los silencios de la piel.
Pero ya acabará la noche.
No dolerá más el olor de jabón sobre los pies.
La fe puesta sobre el olvido en el tiempo... cada segundo más lejos hace menos enlutado el recuerdo entre los dedos que no dejan de hablar.
Un mediterráneo sueño de ahuyentar las ondas que dejaron las huellas sobre la pared, justo a la altura de la puerta color café.
Polvaredas en el alma mientras trata de no ahogarse en el intento inepto de callar el iris cuando mira.
Ese rincón certero de palabras que el cuerpo no puede disfrazar.
Pero ya acabará la noche.
Ya celará la verba por una tinta menos reseca y hedionda... apesta tanta humedad acumulada en el tiempo.
Deslizar los instantes en el tiempo, dejándolos caer sobre el piso sin más... dejar que se escurran esos momentos que consumen tanto el cuerpo.
Ya acabará la noche.
Láminas de terciopelo entre los renglones olvidarán su génesis.
Se acabarán las noches veladas... porque existen en mí, amor, un desvelo por cada tinte color piel de tu voz.

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