Este espacio intenta ser un pasadizo que da luz a las pequeñas piezas interiores que conforman quien soy.

jueves, 12 de agosto de 2010

Vestido blanco

Vestido blanco, de encajes bordados. El olor de la mañana que se respira en sus hombros.
Sus cabellos aun rumian, beben del rocío que los moja.
El cuerpo estira en muecas el descanso que aún se abraza a la piel.
Ojos pequeños, tal vez todavía sueñan; aún pincelan sus pestañas óleos anaranjados, vestigios de alguna tierra.
Mirarse las manos. Encontrarse con ese cuerpo encima. Puesto como sábana limpia, nueva, pero con el olor de tantos y tantos años. Encontrarlo como en una imagen, reflejos olvidados sobre el espejo blanco. Y allí estaba. Y allí está. Vestido de blanco, con sus encajes, con sus cabellos. Allí está, con sus yemas que atestiguan el rocío que cae. Arrugadas desdibujan sus huellas. Pero allí está.
Allí está.

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