Este espacio intenta ser un pasadizo que da luz a las pequeñas piezas interiores que conforman quien soy.

jueves, 12 de agosto de 2010

Huecos de ahogo

Rancios jugos de hastío que a través de párpados contemplo.
Pupilas baldías de esos hilos que tartamudean mutilados por el tiempo que ya pasó.
Cortar a pedazos sus rasgadas manos de imprudencia.
El tiempo.
Que todo lo altera.
Que todo lo renueva.
Con el apresuramiento torpe entre los labios especulando que el sueño calle sus muecas en el insomnio de la sangre.
De pie.
Seguida de cuatrocientos segundos vacíos.
Y mil noches más.
Intentando arrimar el tacto a la justa cadencia.
Y el silencio que roe y aniquila.
En la humedad.
En la asfixia.
En la herida intacta.
Mientras no me oyes.
Mientras el fervor ampolla tu nombre.

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