Este espacio intenta ser un pasadizo que da luz a las pequeñas piezas interiores que conforman quien soy.

jueves, 12 de agosto de 2010

Mi voz

Elevar la mirada a esos ojos que esquivan el sonido de las manos.
Hipócritas cada una de mis voces... no revelan el verdadero sonido que emiten las palmas.
No expresan ni el sonido significante de la tinta caída.
Trocan hasta el más leve llanto, hiriendo con la daga del destino no deseado.
Perdonen mis manos este abuso que cometen los labios.
Perdonen cada orilla que desdibujo.
Mi voz no puede elevar su mirada.
Mi voz tiene que hablar callada...
Mi voz no elevará más sus alas...

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